La magia de las cámara fotográfica está en que puede atrapar el tiempo y arrancar el olvido al retratar el instante decisivo.
Estas hermosas maquinas, verdaderas obras de arte de la mecánica, son deseados objetos de colección sólo a partir de los años 70, aun cuando su producción industrial empieza a fines del siglo XIX.
Las hay de cajón, cámaras de 35mm, de placa y las instantáneas.